Como gastroenterólogo pediatra me ocupo de la salud digestiva de sus niños y brindo atención especializada en sus enfermedades gastrointestinales.

Acerca de mí

Soy Gerardo Rivera Fernández, médico gastroenterólogo con formación en pediatría. Me gradué del Hospital General "Gaudencio González Garza" en el Centro Médico Nacional "La Raza" en la Ciudad de México (2021-2023). Anteriormente, completé mi formación como pediatra en el Hospital General Regional #6 del IMSS en Cd. Madero, Tamaulipas (2018-2021).

Durante mi tiempo como pediatra, tuve la oportunidad de tratar a numerosos pacientes con diversas patologías del sistema digestivo que resultaban en deficiencias nutricionales. Lamentablemente, en ese momento no contábamos con los recursos necesarios para brindarles la atención personalizada que requerían. Algunos ejemplos incluyen la sospecha de enfermedad celíaca (una reacción inmunoalérgica al gluten), el manejo individualizado del síndrome de intestino corto, las diversas formas de nutrición parenteral total y la elección adecuada de fórmulas para pacientes con necesidades especiales. Estas experiencias despertaron mi interés en especializarme en gastroenterología pediátrica.

Durante mi formación como gastroenterólogo pediátrico, pude presenciar y tratar una amplia variedad de patologías, incluyendo las mencionadas anteriormente. Además, tuve la oportunidad de realizar procedimientos endoscópicos y de motilidad gastrointestinal, los cuales ampliaron mis herramientas de diagnóstico y me permitieron orientar los tratamientos de manera más eficaz y personalizada. Siempre consideré el estado nutricional de mis pacientes y abordé las incomodidades que pudieran surgir durante el tratamiento. Además, trabajé en colaboración con profesionales de la nutrición y la salud mental para abordar de manera multidisciplinaria las patologías que se consideran "trastornos del eje intestino-cerebro". Estos trastornos se caracterizan por un funcionamiento adecuado del sistema digestivo, pero el cerebro interpreta la información de manera diferente, lo que genera síntomas difusos como náuseas, vómitos, dolor, diarrea o estreñimiento. El diagnóstico y tratamiento de estos trastornos representaron un desafío, pero finalmente logramos que los pacientes comprendieran su enfermedad y experimentaran mejoría significativa.

Mi filosofía médica se basa en brindar atención de calidad sin descuidar la calidez humana. Desde el momento en que los pacientes acuden a mi consulta, les brindo un ambiente en el que se sientan cómodos expresando sus inquietudes y aclarando cualquier duda que puedan tener, por más insignificante que parezca. Soy transparente en cuanto a los padecimientos de mis pacientes y honesto con los cuidadores que los acompañan. Reconozco la necesidad de realizar pruebas diagnósticas adicionales o de derivar a otros especialistas para obtener una evaluación multidisciplinaria cuando sea necesario. Siempre mostrando profesionalismo basado en mi experiencia para generar confianza y tranquilidad en los pacientes.

Servicios

Los servicios que un gastroenterólogo pediatra ofrece en su mayoría se pueden manejar a través de la consulta, sin embargo, algunos requiriendo ser valorados en servicios de urgencias hospitalarias o en programación quirúrgica, entre estos se encuentran:

  • Atención en trastornos de la mecánica de la deglución (atragantamiento o antecedentes de enfermedades respiratorias recurrentes).
  • Atención en enfermedad por reflujo gastroesofágico desde periodo de lactante hasta la transición de la adolescencia a etapa adulta.
  • Diagnóstico y manejo de alergias alimentarias, con apartado especial hacia la alergia a la proteína de la leche de vaca.
  • Atención en gastritis por estrés, inducida por medicamentos, H. pylori, etc.
  • Atención en desnutrición, sobrepeso y obesidad.
  • Asesoría alimentaria del lactante: método tradicional, BLW, BLISS, sus progresiones.
  • Asesoría en trastornos de la alimentación: aversión a texturas, picky eater, retroceso en alimentación complementaria.
  • Manejo de la diarrea persistente o crónica.
  • Valoración del estreñimiento en cualquier grupo de edad.
  • Valoración de las pruebas de funcionamiento hepático.
  • Atención en Hígado graso, esteatohepatitis, hepatitis inducida por síndrome metabólico.
  • Abordaje diagnóstico y terapéutico en enfermedades congénitas que involucren al hígado.
  • Atención de urgencia hacia la falla hepática aguda.
  • Abordaje terapéutico de pancreatitis aguda y seguimiento posterior.
  • Prevención de recurrencias de pancreatitis y manejo de la pancreatitis crónica.
  • Atención en trastornos del eje intestino cerebro (nauseas, vómito, vómito cíclico, rumiación, dolor abdominal, periodos alternantes entre estreñimiento/diarrea y encopresis).
  • Atención de las afecciones gastrointestinales incluyendo hepáticas y pancreáticas en contextos de enfermedades sistémicas.
  • Abordaje diagnóstico y terapéutico del sangrado de tubo digestivo alto, medio y bajo.
  • Abordaje diagnóstico de tumoraciones gastrointestinales.
  • Manejo del síndrome de intestino corto y falla intestinal.
  • Manejo de nutrición parenteral total.
  • Manejo nutricional en diferentes contextos clínicos (antecedente de alteraciones en periodo perinatal, prematuros, epilepsia, cardiopatías, nefropatías, neumopatías, hematooncológicos, síndromes, pediátrico deportista, entre otros).
  • Procedimientos de mayor abordaje diagnóstico: Endoscopía alta (esofagogastroduodenoscopía) y baja (Colonoscopia) para toma de biopsias; endoscopia con proyección terapéutica (por ejemplo: extracción de cuerpos extraños, valoración de esofagitis por ingesta de cáusticos, pólipos).

Investigación

Formé parte de la investigación titulada Prevalencia de factores de riesgo que alteran la microbiota intestinal en niños escolares con sobrepeso y obesidad publicada en el South Florida Journal of Development en 2021.

Diplomado en gestión y liderazgo en servicios de salud por

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Preguntas frecuentes

Estreñimiento

  1. ¿Por qué se estriñen los niños? Generalmente el estreñimiento de los niños es un proceso de ligera desviación en el aprendizaje, en algún momento un niño puede tener una evacuación grande, dura, dolorosa y posteriormente generarle miedo, este miedo puede ser reforzado por el estrés del cuidador y se forma un recuerdo, el recuerdo de que “hacer popó es malo” y a través de este aprendizaje, se empiezan a aguantar las ganas para evitar esa mala experiencia, llegando después los problemas del estreñimiento crónico.
  2. Si mi niño está tomando laxante, ¿Lo tendrá que tomar para siempre? Ésta es una pregunta muy frecuente sobre la preocupación de estar tomando medicamento desde tan temprana edad, debido a que el estreñimiento usualmente es adquirido por aprendizaje, es a través del mismo el que permitirá reducir la dosis de los laxantes, es necesario promover hábitos en casa de idas al baño, alimentación rica en fibra, poco a poco el laxante podrá ser retirado; sin embargo, es importante acudir a un gastroenterólogo pediatra para la vigilancia de esto; no todos los pacientes con estreñimiento pueden dejar el laxante y es importante estar informado al respecto para prevenir complicaciones a futuro.
  3. ¿Es necesario realizar estudios para evaluar el estreñimiento en niños? Frecuentemente el estreñimiento infantil es adquirido a lo largo de los meses/años y este usualmente no requiere estudios, sin embargo, aquellos pacientes que a pesar de tratamiento siguen teniendo malestar, puede ser necesario solicitar estudios de imagenología. Existen más causas de estreñimiento que afortunadamente son las menos frecuentes, sobretodo para aquellos pacientes que tienen el antecedente de no haber hecho popó en los primero días de vida o que han sido sometidos a cirugías abdominales, en quienes si es necesario realizar una batería de estudios para mejorar su atención individual.
  4. ¿El estreñimiento es hereditario? Hasta este momento no se ha podido demostrar que el estreñimiento sea hereditario sino aprendido, es decir, si alguien de los cuidadores es estreñido y su niño o niña empieza a serlo, es normal que se piense que es así por que fue heredado, sin embargo, es importante reconocer que esto por ser aprendido y manejado de esta forma, puede ocasionar complicaciones de estreñimiento a largo plazo, es necesario acudir con su médico y preferentemente un gastroenterólogo pediatra.

Cólico de lactante

  1. ¿Por qué lloran tanto los bebés? Los bebés tienen muy limitada su capacidad de comunicarse, las sensaciones de frío, hambre, sueño, dolor, incomodidad, entre otras, todas estas son comunicadas a través del llanto y es necesario que los cuidadores mantengan la calma para no transmitir el estrés a su bebé y de esta forma no genere un recuerdo negativo que promueva la emisión de llanto, sino encontrar la causa del llanto; es muy frecuente que se piense que el llanto del bebé es específicamente debido a cólico por que le sucede después de la alimentación, o por que se acompaña de reflujo, percepción del gas abdominal(crujidos en la pancita) o flatulencias, de ser presentado en estas condiciones, es recomendable sea valorado por un gastroenterólogo pediatra para brindar alivio a la brevedad y despejar todas las dudas que puedan surgir.
  2. A mi bebé, ¿Le está cayendo mal la leche materna? La leche materna directamente no tiene por que ser mal tolerada por los bebés, si bien, puede haber reflujo por que hay inmadurez en la unión esofagogástrica, puede haber síntomas como diarrea leve por una intolerancia a la lactosa transitoria o puede haber sintomas difusos por alergia a la proteína de la leche de vaca por la que la madre debería hacer una dieta de exclusión de lácteos, pero todos los ejemplos mencionados previamente no contraindican a la alimentación a través de leche materna, ya que tanto el reflujo como intolerancia inicialmente son transitorias y, el cambio por una fórmula láctea no curará al reflujo ni promoverá la tolerancia a la lactosa.
  3. A mi bebé, ¿Le está cayendo mal la fórmula? Muchas veces se utiliza el término de “le cae mal la fórmula” por que los bebés rechazan las tomas (se echan para atrás a media toma), lloran a media alimentación, tienen reflujo, eructan mucho, lloran al terminar de alimentarse, alternan evacuaciones estreñimiento y diarrea, muchas flatulencias, entre otras; es importante reconocer que existen fenómenos de la maduración de los lactantes en los que, independientemente del tipo de fórmula que toma, pueden presentar cualquiera de estos síntomas, agregado a que un cambio de fórmula tarda aproximadamente dos semanas en ser efectivo, el cambio continuo de fórmulas únicamente hace que aparezcan nuevos síntomas y no podamos evaluar la respuesta específica a cada una de ellas, por lo tanto, es importante una revisión antes de cada toma de decisión para cambios de fórmulas y mantener una comunicación efectiva con su médico para determinar si es necesario intervenir tempranamente o permitirle continuar con la fórmula iniciada.
  4. ¿Será necesario cambiar la fórmula? Existen indicaciones específicas para determinar cuál es la fórmula de mayor conveniencia para un bebé y usualmente confundimos que sea necesario modificar la fórmula ante la apariencia de algunos sintomas como reflujo, cólicos o estreñimiento, es importante valorar si hay otros síntomas agregados como manifestaciones respiratorias, en la piel o si está siendo afectado el patrón de crecimiento del bebé, y en caso de presentar ninguna de estas alteraciones ante la presencia de síntomas, posiblemente sea indicativo de continuar con la misma fórmula y agregar tratamiento para aliviar síntomas.
  5. ¿Cómo sé si el llanto de mi bebé es algo pasajero o debo atenderlo con urgencia? Retomando el concepto de que el llanto es la única forma de comunicación de los bebés, ellos llorarán ante cualquier situación y es importante reconocer el motivo de dichos llantos, sin embargo sí hay datos de alarma para determinar si es urgente su atención, principalmente es que el llanto se vuelva débil, que esté somnoliento y no logre continuarse alimentando, que presente llanto sin lagrimas o que se observe la boca sin saliva, que la piel se ponga pálida, que tenga crecimiento repentino de volumen abdominal o que aparezcan cambios de coloración de la piel abdominal, ante la presencia de cualquiera de estos es necesario sea atendido con urgencia.

Diarrea

  1. ¿Por qué les da diarrea más fácil a los niños? Usualmente las diarreas infantiles son ocasionadas por el exceso en el consumo de bebidas y productos predominantemente dulces y son conocidas como diarreas osmóticas o también funcionales, una de las características principales es que mejoran rápidamente al mejorar hábitos alimenticios.
  2. ¿Debo tratar la diarrea con antibiótico? No se debe tratar una diarrea con antibiótico, más del 90% de las ocasiones serán diarreas transitorias o por virus, existen algunos datos de alarma como fiebre, deshidratación con desequilibrio electrolítico, distensión abdominal, pujo, tenesmo, sangrado al evacuar que ameritaría ser valorado y determinar si es necesario manejo antimicrobiano.
  3. ¿Aún es necesario desparasitarnos cada 6 meses? La organización mundial de la salud en el 2017 estableció que la desparasitación puede ser recomendada dos veces al año para evitar problemas en la población vulnerable y las características de dicha población es aquella que consume agua contaminada, contacto con alimentos mal procesados, falta de higiene personal, entre otras; actualmente solo es considerada la desparasitación en caso de síntomas como dolor, distensión abdominal con flatulencias frecuentes, náuseas/vómitos, fatiga inexplicable, prurito anal, episodios de diarrea con cualquiera de las siguientes: flatulencias, moco, sangre y tenesmo; antes de valorar una desparasitación familiar, es recomendable sea valorado por su gastroenterólogo pediatra.
  4. Si le dieron antibiótico a un niño con diarrea y la diarrea persiste, ¿Qué se debe hacer? Suspender todos los medicamentos e iniciar únicamente dieta e hidratación oral, revalorar las características actuales de la diarrea; el uso de antibióticos en aquellos contextos de diarrea no bacteriana (más del 90% de las diarreas) únicamente altera la microbiota intestinal (las bacterias del tubo digestivo que viven e intercambian material genético con nuestras células intestinales) y puede ocasionar nueva diversidad de síntomas, es necesario valorar a aquellos pacientes con diarreas persistentes y sobretodo si ya han sido manejadas con antimicrobianos y van empeorando.
  5. ¿Las alergias alimentarias pueden ocasionar diarrea? Sí, las alergias alimentarias pueden ocasionar cualquier síntoma digestivo, uno de ellos es la diarrea, y se caracteriza por desaparecer en ausencia de contacto con el alimento que generó la alergia y reiniciar ante la ingesta de dicho alimento, es necesario hacer un diario de alimentos y desglosar cada uno de los ingeridos, por lo menos 3 días previos al episodio de diarrea, tomar en cuenta el método de preparación (considerar condimentos incluso) y ofrecer los alimentos de uno en uno por separado para identificar al detonante de la diarrea.
  6. La diarrea lleva muchos días, ¿se puede desnutrir o descompensar mi bebé? Es completamente dependiente al tipo de diarrea, hay algunas diarreas que únicamente extraen una gran cantidad de líquido, y puede ser suficiente el estar ingiriendo abundantes líquidos para evitar repercusiones físicas o bioquímicas ante la diarrea, sin embargo, existen algunas diarreas que se acompañan de esteatorrea (grasa) o que son de mayor volumen de liquido que del ingerido y pueden ocasionar descompensaciones desde corto plazo o desnutrición aguda posteriormente, por eso es necesario ante el contexto de alergias persistentes o crónicas, sea valorado por el gastroenterólogo pediatra.
  7. ¿Por qué cuando es temporada de exámenes o competencias les da diarrea a los niños? El tubo digestivo está ampliamente conectado al cerebro, incluso se le ha reconocido al tubo digestivo como “el segundo cerebro” y esto es debido a que cambios estímulos externos pueden tener impacto con el hábito intestinal, justificando que el estrés de un conflicto social, época de exámenes, competencias de cualquier disciplina o cualquier situación que le genere incomodidad a los niños, puede ser suficiente para generar diarrea o incluso para estreñirse, comúnmente entre la sociedad llamado colitis nerviosa, es importante realizar una valoración ante la emisión de estos síntomas ya que tienden a ser más severos durante el transcurso del tiempo y pueden llegar a ser incapacitantes, generando ausentismo escolar o laboral.
Gerardo Rivera Fernández - Doctoralia.com.mx